viernes, 21 de mayo de 2010

Es difícil explicar la depresión como un estado constante. Nada me hacía feliz, con nada sonreía. Todo lo hacía amargamente casi en un estado de inercia. Vivía, sí, pero no sabía porqué. ¿Por qué estaba vivo? Eso me preguntaba cada noche antes de llorar y antes de dormir. Los amores juveniles son así. Obsesivos, absolutos: a todo o nada.


1 comentario:

  1. MI HONEY, HERMOZAS PALABRAS HAN DE SALIR DE ESA CABEZA, LLENA DE PENSAMIENTOS CONFUSOS, SÉ K LA CLARIDAD SE HACE NITIDA ALA HORA DE RECONOCER UN VERDADERO AMOR, LO SE Y AUNKE A AMBOS NOS FALTA POR CONOCER, SE K VAMOS A LOGRARLO..
    ES EL ANELO DE TODOS LOS SERES K TNIENEN GANAS DE SONREIRLE A LA VIDA, Y DECIR: AL FIN CONSEGUI LO K TANTO AÑORABA ♥ TE AMO HONEY YO TU BELU IBARRA ♥

    ResponderEliminar