Si el autolesionador hace un llamado de
atención, no lo
hace conscientemente, sino
accidentalmente. Pero este llamado no es ése
infantil de querer ser el centro de atención,
como un niño que se pone a llorar
para conseguir
lo que quiere. Es una petición inconsciente de
ayuda. Hay que
recordar que más doloroso que
las heridas, es lo que el autolesionador lleva en
su
interior…
No hay comentarios:
Publicar un comentario