Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
sinceramente, QUE BUEN BLOG
ResponderEliminarhermoso el diseno las imagenes el contenido increible
lo admiro mucho :)
saludos