jueves, 30 de diciembre de 2010

Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.

1 comentario:

  1. sinceramente, QUE BUEN BLOG
    hermoso el diseno las imagenes el contenido increible
    lo admiro mucho :)
    saludos

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